Todo cuánto he hecho a sido en vano, cada vez que algo bueno me sucede, cada vez que me siento feliz, de repente todo se revierte.
Porqué cuando suceden cosas buenas, esas que me hacen sonreír, parece que me está prohibido ser feliz, que solo merezco sufrir, y todo se derrumba.
He soportado en silencio tantas cosas, tantas injusticias, todo ha sido cuesta arriba, he caído y he intentado volver a subir, pero es como una resbaladiza.
No logro entender, porqué tanto ensañamiento, porqué tanta adversidad y tanto, pero tantos obstáculos, que acaban con la esperanza y el razonamiento.
Sólo queda volver a levantarse una y otra vez, es como un ciclo repetitivo, por más que tome otros caminos, vuelvo a caer en abismos que se presentan de la nada, que lastiman una y otra vez mi alma, en busca de la calma.
Murallas y enredaderas de espinas, cuando paso por ellas han dejado heridas, que sanan al ver logrado el objetivo, pero con el tiempo vuelven abrirse al sentir que de nada ha servido.
Vuelvo a levantarme y he tomado otro camino, tengo un rumbo fijo en mi horizonte, esta cima es más alta que las anteriores, busco paz y tranquilidad y perseverancia sin dejar entrar nuevamente a la desesperanza.
Esta vez, el camino es largo, muy distinto a lo ya vivido, comenzar de cero ir paso a paso, sin prisa pero con firmeza, sin mirar atrás, sin lamentar lo perdido, con la mirada al frente, sin desvíos y ver con claridad las piedras del camino, para no volver caer en un profundo abismo.
Una vez más aunque con tristezas y heridas, me impulso, me aplaudo, me doy ánimo, me levanto y limpio mis rodillas, comienzo el camino yo sola con una pesada carga en mis hombros, y a través del camino iré soltando uno a uno hasta quedar ligera de equipaje y con una verdadera sonrisa.
HB 04-09-17
@Simplemente Yo En Letras
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