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Como el vaivén de las olas, tus huellas en mi piel.

lunes, 31 de julio de 2017

Tesoro perdido

Él se encontraba un día, transitando por las calles de un nuevo mundo, cuando sorpresivamente se topó con una puerta, que despertó su curiosidad, al entrar se encontró un fantástico tesoro, el cual resolvería todos sus problemas de su mundo habitual, pues ese tesoro le daba un especial brillo a su vida, irradiando su rostro aún cuando se encontraba en su obscuro mundo. Sólo esperaba cada instante en el que podía entrar a ese fantástico mundo para disfrutar de su tesoro, pues no podía sacarlo de allí y llevarlo al suyo, porque la magia se perdería. Anhelaba cada momento, era mágico cada encuentro, su vida se transformaba en bellos y relucientes colores, sonreía sin importarle los demás, su corazón comenzaba a sanar.
Pero vino una fuerte tormenta y removió todo, y se volvió a resquebrajar, la puerta al mágico mundo cambió de lugar y se hacía cada vez más difícil poder a ella llegar, observaba desde lejos como brillaba por las rendijas, mientras él no podía entrar para que el brillo de su tesoro lo volviera alcanzar, y se halló en un abismo del que no podía escapar, así pasaron los días, y él se iba marchitando como hiedra seca, sólo en algún obscuro infernal, sin que nadie de su mundo ni del mágico sitio lo pudieran ayudar, nada podía hacerse ya, las hojas secas comenzaban a caer y mientras el viento se las llevaba, él se detenía a pensar, que ya era hora de construir su propio mundo, aunque no haya tesoros que lo hagan brillar, aunque sólo sean frías murallas con una diminuta ventana para de lejos mirar y poder respirar.

HB 31-07-17
@Simplemente Yo En Letras

jueves, 27 de julio de 2017

#Seguidillas en comentarios

Sólo espero tu llamada, ese vibrar del teléfono y el latir de mi corazón se acelera al escuchar tu voz, sólo espero tus mensajes, y mi cuerpo comienza a desearte, extrañarte, cada caricia y besos que me diste, sólo espero poder verte de nuevo, y vencer esta distancia fría y triste.

HB Jul-2017

domingo, 16 de julio de 2017

Donde están.

Porqué siempre soy yo la que tiene que entender.

Porqué siempre estoy dispuesta a escuchar.

A colocarme en el lugar de los demás.

A ser paciente con las actitudes, ya pasarán.

A estar cuando necesitan hablar.

A no juzgar  los errores de los demás.

A retirarme, perder y no ganar

Porqué siempre tengo que confiar.

Porqué siempre espero lo mejor de las personas

Porqué siempre soy quien está dispuesta a perdonar.

Porqué siempre soy yo la fuerte cuándo siento fragilidad

Porqué siempre me dejo afectar por los demás, mi absurda sensibilidad.

Porqué siempre al final, soy quien tiene que en silencio llorar.

Dónde están cuando soy yo la que estoy mal.

Quién viene cuando soy yo la que quiere hablar.

Quién me acompaña aunque sea en silencio en mi soledad.

Dónde están los que un día dijeron que iban a estar.

Dónde están quien de mi lado nunca se iba apartar.

Dónde están quien dijo que me iba a cuidar.

Dónde están los dispuestos a venir a escuchar.

Quién perdona cuando soy yo quien comete un error.

Donde está la compañía que muchas veces necesito.

Quién en algún momento se a puesto en mi lugar.

Dónde están a los que un día sus lágrimas y dolor traté de consolar.

Dónde están los que en sus tristezas hice hasta lo imposible por una sonrisa en su rostro dibujar.

Dónde están las palabras de aliento y solidaridad

Quién vendrá a preguntar como la estoy pasando, la simple frase como te sientes

Dónde carajos están los que entiendan mi pensar, mi sentir, y mi llanto en soledad.

Donde están quien con un abrazo me ayude a este dolor calmar.

Que me vengan a explicar porqué carajos no están.

HB 17-07-17
Simplemente Yo En Letras

miércoles, 12 de julio de 2017

Reto #erotismo17 Poesías para liberar el alma

#erotico17

Llego a mi oficina, y mi secretaria me informa que alguien adentro me espera, me dice, señorita es un muy apuesto caballero que dice muy bien conocerla.

Me sorprenden sus palabras, me dirijo hacia la puerta pero alguien me detiene antes de que gire la manilla, me pide que por favor la acompañe un momento a su oficina, el informe que debe entregarme ya lo ha culminado.

Mientras observo en su pc el trabajo, no dejo de pensar en quien se encuentra en mi oficina, pero esto es prioritario debo revisarlo antes de aprobarlo.

Sigo viendo el reloj ya diez minutos han pasado ya casi termino mientras doy las últimas instrucciones de los detalles a corregir, me sigue inquietando quien me espera en mi oficina.

Salgo rápido de allí, voy acabar con esta angustia, esta agonía de saber quien me visita a estas horas de la tarde justo hoy que tuve junta todo el día y ya casi la jornada se termina.

Tiemblo al abrir la puerta y verlo allí sentado de espaldas a mí, su porte su cabello lacio con pocas canas, sus anchos hombros, mientras bruscamente se voltea y quedo expuesta ante sus ojos, he quedado paralizada aún no he cerrado la puerta.

En ese preciso instante mi secretaria se despide, me informa que no queda nadie, pero que ya le informó al vigilante que aún me encuentro en la oficina.

Me despido hasta mañana y asegurándole con un gesto que todo está bien que puede irse tranquila.

Por fin termino de cerrar la puerta y al girarme ya él está de pie observándome, woow no deja de impresionarme su visita, y siempre vestido tan elegante y tan fragante.

Se acerca a saludarme con esa voz tan varonil que me hace estremecer cada milímetro de mi piel, le contesto el saludo y repentinamente me interrumpe robándome un beso.

Me resisto, pero él insistentemente me aprisiona entre sus brazos mis labios traicioneros le corresponde y mi cuerpo se hace su cómplice soltando los papeles que traía entre mis manos.

Sus manos comienzan a pasearse por mi espalda y me va conduciendo hacia el rincón de mi oficina recostándome de la pared mientras continúa besándome.

Comienza desesperadamente  a desabotonar mi camisa, mis pesones están erectos desde el mismo momento en el cual lo vi esperándome.

Sus manos traviesas juegan con mis senos y mientras su lengua va dejando mis labios y buscando mi pecho y lamiendo mi seno izquierdo.

Su mano derecha comienza a desplazarse debajo de mi falda, le cuesta subirla es una falda de ejecutiva, me apresuro ayudarlo bajo mi cierre trasero para que sea más fácil llegar a su destino.

Introduce sus dedos por un lado de mis encajes, me observa al sentir mi humedad, su mirada me enloquece, y eso lo enorgullece al ver mis movimientos marcados en las frías paredes.

Lleva mi falda hasta mi cintura, y me sujeta fuerte entre sus brazos me toma y me lleva hasta mi escritorio, me acuesta allí delicadamente, quedando mis caderas cerca de la orilla.

El casi está de rodillas coloca mis piernas en sus hombros, y se sumerge en mi sexo, comienzo a sentir como mis fluidos se fusionan con los suyos, me lleva al máximo umbral de placer, no pienso en nada más, sólo quiero sentirlo a él.

Agarro con fuerza sus cabellos y el cuello de su camisa, no puedo más me hace estallar de placer, mientras ahogo mis gemidos.

Le jalo su camisa quiero que suba nuevamente a mis labios y dentro de mi sentirlo, pero él muy pícaro, lo hace lentamente, nota mis ganas desesperadas de que de mi se apodere.

Se levanta se quita la camisa lentamente con un tanto de baile seductor y una mirada que me mata y me hace entrelazar mis piernas a su cintura.

Me voy a levantar quiero ayudarle con su pantalón, pero me detiene y continúa su juego de seducción quitando muy despacio su cinturón.

No lo dejo escapar de entre mis piernas, al fin veo descubierto su miembro y mi mirada se pierde ante la perfección de su erección, mi pelvis se levanta involuntariamente y el juega a sólo rozarme los labios con la punta de su sexo.

Me comienza a lamer desde mi vientre y va subiendo muy despacio a mi abdomen hasta llegar a mis pechos, deja de subir y allí se detiene a lamerlos mientras con sus dedos acaricia mi rostro y con su otra mano maneja su miembro en su juego de hacerme desearlo con desenfreno.

Me rindo ante sus deseos, llega a mi oído  susurra palabras llenas de lujuria y sus más perversos deseos, me vuelve loca, me hago un mar de fluidos esperando con ansias que se junte nuestras pieles.

Por fin llega mi anhelado momento en que juntamos nuestros sexos, suavemente se introduce ante la lubricación existente, comienza las embestidas lentamente, quiere desiquilibrarme el conoce lo que realmente quiero.

Van y vienen los movimientos, hasta que en un gesto de piedad, sus movimientos son más fuertes se corresponde con el de mis caderas, entre mis espasmos y gemidos llego al punto de placer más alto haciéndome explotar en un placentero orgasmo al cual él le hace compañía y se viene encima de mí con sus dulces mieles.

Nos vestimos, me invitó a cenar a nuestro acostumbrado hotel, antes de apagar las luces de mi oficina hice un breve chequeo de que no quedara ninguna evidencia de que mantengo relaciones con la compañía de la competencia.

HB 13-07-17
Simplemente Yo En Letras