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Como el vaivén de las olas, tus huellas en mi piel.

sábado, 30 de noviembre de 2019

Cada Viernes

Los viernes son algo difícil, dejo a los niños en casa de su padre, y se supone que hago mil planes con amigas, pero termino dando vueltas en círculo en mi auto.

A veces me ánimo a salir en una cita, pero termino hablando de los niños, de mi vida rutinaria y aunque alguno se ha mostrado interesado, término saboteando la noche inventando cualquier excusa para marcharme. 

Ha pasado mucho tiempo y me pregunto que busco, que es lo que quiero, pienso en si acaso está algo mal en mí, aunque realmente muchas veces en mi soledad me he sentido feliz, pero otra veces quisiera con quien lo cotidiano poder compartir.

Cada viernes la casa se siente desierta sin la presencia de los niños, y amo el silencio, la paz y ese tiempo para mí, donde puedo hacer cualquier cosa, planear mi fin de semana, podría salir a bailar un rato o tomar un trago y  despertar recostada en el regazo de quién me haya cubierto de besos.

Pero realmente los viernes disfruto la cama para mi sola, meterme en mi cobija, escuchar música o leer y terminar mirando la televisión hasta quedarme dormida.

Otra veces la melancolía me hace sollozar cuando veo esas películas románticas donde todo aunque se llegue a tornar gris, el final se transforman en color de rosas.

Siento que se me escapan las horas y se vacían las copas, de ese vino tinto que bebo a solas, y no me atrevo, no quiero arriesgarme, quizás por el miedo a perder esa libertad encantadora o por el temor de que vuelvan a dejarme el alma rota.

HB 05-10-19
@Simplemente yo en letras

Post syel...

Y me pregunto si algún día
nos volveremos a ver,
si acaso la madurez
actuará con sensatez.

Simplemente yo en letras.
18-10-19

Abrazos de papel

Construyó un nuevo mundo de silencios, pero ésta vez más silencioso, un mundo donde sólo escucha sus latidos, donde existen personajes ficticios, ajenos a su realidad, pero brindan un saludo sin conocerla, donde no espera nada de nadie y no reprocha la atención no brindada, un mundo donde no necesita expresar nada, y un monólogo es su conversación diaria. Tan parecido a sus juegos de niña, en donde construía mil personajes en papel, y cada quién tenía un rol importante en la vida fantasiosa de una pequeña que no sabía expresar todos sentimientos aprisionados en su pecho, un mundo paralelo lleno de fantasías, donde todo era perfecto, la familia, los amigos, los abrazos y te quiero. Un mundo donde no existía el egoísmo ni el ego, donde no existía la maldad a la que tanto le tenía miedo, donde podía ocultarse por horas y sentirse a salvo, en el cobijo de sus personajes con sus abrazos de papel.

HB 10-11-19
@Simplemente yo en letras

viernes, 1 de noviembre de 2019

Ni te odio, ni te olvido.

Convertí el dolor en palabras,
escribí y escribí miles de páginas,
intentando arrancar lo que me ahogaba,
pero todo cuánto hice no sirvió de nada.

Me quedé si argumentos,
disculpas, excusas, lágrimas mudas,
expresé como nunca sentimientos,
desangrando en letras lo que pienso.

Fue inútil cualquier clase de intento,
y el tiempo se volvió tan ciego,
arde al  rojo vivo el corazón abierto,
maldita vigencia de recuerdos.

Aclamando un acto de conciencia,
implorando un poco de clemencia,
tejiendo y descosiendo esperanzas,
quedando cómo trituradas calabazas.

Y que sí el odio ni el rencor existen,
cómo diablos entonces olvido,
si mi memoria no admite motivos,
de que realmente nunca me quisiste.

Y si el odio ni el rencor existen,
cómo le gano la batalla al dolor,
si le he suplicado mil veces a mi alma
que deje de llorar a quién no le extraña.

HB 01-11-19
@Simplemente yo en letras