Si muero, quiero que sepan

Si en algún momento muero, quiero que sepan que amo la vida, que amo a mi familia por sobre todas las cosas, que admiro a mi madre aunque ya no lo diga, al igual que nunca le dicho que me hicieron falta sus abrazos, esos que ella tampoco tenía y darlos no sabía. Que amo a mis hermanos con todas nuestras diferencias, y que detrás de mi postura de la hermana mayor correcta, amaba sus locuras y su compañía. Y aunque no me lo crean no quería ser la hermana mayor, no sabía serlo, porque realmente siempre quise tener una hermana mayor que me guiara y me cuidara como en los cuentos.  Amo a mis hijas con mi vida, aún con todos mis defectos, el infinito se queda pequeño delante del amor que por ellas siento. Son mi mundo, mi universo, el gran tesoro que recibí del cielo, aunque no fue suficiente nada de lo que hice, no supe ser buena madre, y no merezco su amor.  A mis amigos sólo deseo que sepan que si alguna vez le dije te quiero es porque así realmente lo siento, quien me conoce de verdad sabe que no utilizo esa palabra con frecuencia y al decirla ten por seguro que nunca miento, y que aunque algunos ya no lo estén por cualquier circunstancia, siempre estarán en mis recuerdos, porque la amistad es el más noble de los sentimientos, es el que se escoge, nunca es impuesto, es un lazo que se grava en el corazón y en el alma.  Si en algún momento muero quiero que sepan que creo en Dios aunque no sea fanática de la religión, tengo fe y creo que todo tiene un propósito en ésta vida, le agradezco infinitamente por todo lo bueno, por las experiencias que me ayudan a crecer, por protegerme y por darme fuerzas cuando he caído, por ser el único que ha secado mis lágrimas. Quién realmente me conoce sabe que amo el mar, que para mí es la creación perfecta que al alma alimenta, que de sólo escuchar su sonido y ese aroma inigualable, siento que respiro y que muy alto vuelo, y cuando muera quiero mis cenizas sean esparcidas en el mar. Quisiera poder conocer muchos lugares naturales e históricos, apreciar el arte en su mayor expresión y diferentes culturas. Amo las frutas y la buena comida, aunque yo no sea buena cocinera. Amo la soledad pero de esa cuando escoges los momentos a solas, por el contrario le temo inmensamente a la soledad, de esa en la que realmente te sientes sola. Si contara mis miedos no terminaría hoy de escribir, algunos los conocen, otros sólo yo conozco bien y me los reservo, hay cosas de mi infancia que aún recuerdo muchas hermosas, pero algunas todavía me causan miedo de esas cosas que vives y no quisieras tener recuerdos, y si guardé silencio en ese momento, de que serviría ahora romperlo. Recuerdo mis juegos a solas con mis muñecos de papel, realizaba muchos personajes, en especial los miembros de una familia completa donde yo era la niña más pequeña. Recuerdo mis miles de escritos en papel y que luego los tiraba a la basura para que nadie los leyera, al igual que esas cartas a Dios donde le contaba con lágrimas en los ojos  que humedecían mi cuaderno, así encontraba consuelo, así sentía que me leía y que me abrazaba los miedos. Si en algún momento muero quiero que sepan, que sólo quería una vida simple, así cómo la de mis juegos y fantasías infantiles, que no quería lujos, pero me esforzaba por tener lo que no tuve, que tenía planes metas y objetivos y poco a poco los iba alcanzando, que mi vida nada a sido fácil, y que antes mil veces caí pero enseguida me levantaba sin que nadie se diera cuenta, con máscaras de fortaleza. Si en algún momento muero quisiera me recordaran con el corazón y con música, aunque estando en vida no me recuerdan.

Por qué escribo esto me pregunto, y es que siento que perdí mi rumbo, que perdí la batalla contra mi peor enemigo "yo", que me odio a mi misma, aunque nunca he odiado a nadie ni siquiera a quienes me han lastimado, perdí la batalla en contra de mis miedos, se esfumaron mis sueños, y el futuro ya no lo tengo claro, que en mi presente camino, sonrío y respiro, pero no estoy segura de donde estoy ni a donde voy, que la soledad me está doliendo más que nunca, pero sigo adelante por esa terquedad mía de intentar no rendirme, de levantarme a las fuerzas esas que saco de mí interior a empujones, porque aún me queda una pizca de esperanza, porque aún tengo fe, y porque si en algún momento muero, si mi corazón se detuviese, si mi aliento se extinguiera y mis ojos dieran su ultima mirada, quiero que sepan que amo la vida aunque se me haya olvidado como vivirla.

HB 04-09-19
@Simplemente yo en letras.