La sangre del cordero vive en tus labios rojos y desiertos.
Anónimo.
Estoy allí como invisible
al verte pasar cada mañana,
a la espera de una mirada
en donde se encuentren nuestras almas.
Tus ojos oscuros y brillantes
tus labios rojos como sangre,
son como el cáliz de la vida
donde deseo embriagarme cada día.
Harisbel Bottaro
30/07/16
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