Te recuerdo, al pasar frente a tu casa
cuando cruzaba para acortar el camino,
realmente nunca te vi,
y si soy sincera, nunca pensé en ti.
Al pasar los años
y nuestros destinos se cruzaron,
sin buscarnos, nos encontramos,
Oh! Que alegría,
que maravillosa coincidencia
volvernos a encontrar de otra manera.
Con nuestras vidas diferentes
y experiencias tan diversas,
con muchas cosas que decir
con muchas cosas que contar,
que las horas transcurrían sin parar,
sin mirar el reloj ni un instante
y sólo escucharte, y sólo pensarte...
No importaba la distancia,
ni los miles de kilómetros y mares
tus palabras eran suficiente
para dormir toda la noche soñandote...
Escucharte, era tenerte
y tenerte era mi anhelo
hasta aquella linda tarde
cuando a mi puerta llegaste...
Tus ojos café claros, como si nunca antes los hubiera observado,
tenían ese algo, ese brillo
por habernos encontrado.
Tus manos sobre las mías,
y ese fuerte abrazo
quería estar allí toda la vida,
estar siempre entre tus brazos.
Mi vida se vistió de sonrisas,
mis ojos brillaban como estrellas,
mis labios probaron el néctar de tu esencia,
mi cuerpo se estremecía con tu presencia.
El amor creció en mi de tal manera,
que olvidé todas mis penas
surgían miedos, pero a tu lado
me sentía segura, todo valía la pena,
porque de ti, me había enamorado.
HB 2014
No hay comentarios.:
Publicar un comentario