Hecha un mar de lágrimas, muy tarde comprendí, que nunca seré primero en tu vida, que me quieres, no puedo negarlo, lo siento, lo veo en tu mirada, en tu vaga preocupación por mí, pero no soy primordial para ti.
Que agradezco cada gesto, cada palabra, cada caricia y besos en mi piel, que me hacen recordar que estoy viva, aunque sienta estar muerta en vida.
Que necesito de cariño y de abrazos, de cuidos y de mimos, como un niño que desea sentirse protegido por sus padres recostado en su regazo.
Así me sentí, recostada junto a ti, así sobre tu pecho, sintiendo tu respirar mientras dormías, así me quedé viéndote dormir, hasta que yo también me quedé dormida, sintiéndome querida, pero no correspondida.
Dicen que se sufre cuando se ama, y yo digo que eso es mentira, se sufre cuando se espera demasiado, cuando te aferras al amor de una persona, cuando creas dependencia emocional, un lazo que nunca existirá, y sufres al no recibir el mismo amor que tu das.
No sé como explicar lo que siento, si ya es algo que muy bien sabía, sólo que volví a repetir el ciclo, creándome falsas expectativas.
HB 08-12-17
@Simplemente Yo En Letras
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