La despedida

La luna por su ventana se asomaba,
en una noche sombría y entristecida,
el frío de su mirada le avisaba,
que había llegado la despedida.

Con la hiel de su indiferencia,
su corazón se congelaba,
se había aferrado a la creencia,
de que el amor al alma curaba.

Perdida en los suburbios,
de las noches en desvelos,
como corrientes de ríos turbios,
sus ojos se inundaban de celos.

Mientras sus lágrimas secaba,
más profundo hundía la daga, 
su alma se desangraba,
y la herida se convertía en llaga.

Cerró la puerta al verlo muy lejos,
su corazón el dolor consumía,
miró su rostro en los espejos,
y de su triste vida se despedía.

HB 18-07-19
@Simplemente yo en letras
Venezuela