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Como el vaivén de las olas, tus huellas en mi piel.

jueves, 1 de junio de 2017

Cambiaste Mi Vida

Reto: #Cambiastemivida14

Recuerdo como llegaste a mi vida, un grupo en el facebook del colegio, allí viste mi nombre, y te trajo recuerdos, de aquellos tiempos cuando estudiábamos juntos en el liceo.

No dudaste ni un segundo en hacer contacto conmigo, me escribiste interno un saludo, y te alegraste al recibir mi respuesta.

Pasaron los días y nos encontrábamos en el chat, ya me habías dicho que vivías tan lejos, otros país, mil kilómetros de por medio.

Un día te atreviste a pedir mi número y así poder hablar por más tiempo, de aquellos días en el colegio, en el cuál tú y yo casi eramos dos extraños, no eramos amigos sólo compañeros.

Me escribías saludando, sólo eso, y las conversaciones se hacían más largas, hablábamos de los amigos, y de los pocos recuerdos en que compartíamos en aquellos días de colegio.

Hasta que un día tomaste el valor de llamarme, sentí nervios al ver el número de teléfono, estaba en mi trabajo era mi hora de almuerzo, así que para conversar tenía más tiempo.

Dijiste hola con voz temblorosa, pero decidido, con un tono de alegría y emoción, y yo sinceramente  normal, pues simplemente eras un amigo quién llamaba para saludar, yo no sentía nada especial.

Hablabas de tu vida, de como te había ido después que te fuiste, de lo bueno de lo malo, hasta de tu divorcio y tu hijo amado.

Aún me sorprende como recordabas las palabras que dijimos en el baile de graduación, cuando bailamos esa canción, coincidimos en que faltó tiempo para conocernos y ser buenos amigos, y que ese sería el último día que nos veríamos, yo iría a la universidad y tú tenías otros proyectos. Sólo quedaron las fotos con nuestros compañeros y una donde salíamos sólo los dos.

Guardé la foto como todas la de ese día eran especiales todas, eran mis recuerdos valiosos de mi secundaria una etapa ya lograda.

Así continuaron las llamadas, cada día eran más seguidas, ya sabías de mi vida que yo también era divorciada y nadie me acompañaba.

Las llamadas continuaron en las noches, ya hasta nuestros hijos saludaban, aunque no se entendieran por los idiomas.

Cada vez me sentía más a gusto hablando contigo, si la verdad lo confieso al principio me causaba aburrimiento, lo siento, pero así soy, le huía a todo sentimiento, eras sólo un excompañero, en otro país, tratando de traer recuerdos de aquellos años de la secundaria.

Casi un año pasó, las conversaciones aumentaban, los saludos, los buenos días, cuidate, buen provecho, y los dulces sueños, siempre llegaban a mi teléfono.

Comenzaste hablar de sentimientos, y yo pedía cambiar el tema, pero tu insistencia era constaste, hasta flores me enviaste el día de San Valentí, la dedicatoria me entró al corazón, penetró mi alma.

Aún así, lo negaba, negaba lo que mi corazón estaba sintiendo, no quería que alguien más volviera a causarme sufrimiento, no quería enamorarme de nuevo.

Seguías hablándome de amor en tus textos, de planes, de futuro, de un hogar juntos.

Fui cediendo a tus palabras dulces, a los besos que me dabas a los fuertes abrazos que decías darme, a las fotos que me envíabas, con tu sonrisa que me enamoraba, en todo momento estabas presente en el día y en las noches hasta en las frías madrugadas.

Mi sonrisa era incontenible, me sentía amada aunque fuera a la distancias, sentía tus abrazos y tus besos y tu mirada que me hacia volar hasta el mismo cielo.

Una noche comenzaste hablar del amor y del calor de nuestros cuerpos, te dije que te detuvieras, me hacías estremecer, no me hiciste caso ni por un momento, seguiste diciendo y describiendo todo lo que me harías en nuestro encuentro, mi piel, mis ganas, mis faltas de caricias revivieron mi cuerpo ausente, despertaste mi deseo de ser amada nuevamente, no controlaba lo que estaba sintiendo en ese momento, desde ese día fui tuya, fuiste mi primera vez, aunque hubo alguien en mi pasado, tu cambiaste mi presente, me hiciste sentir mujer y no la joven inocente, te metiste en mil piel aún no estando presente.

Seguí amándote más que nunca, más que siempre, sólo deseaba que pasaran los meses para verte para tenerte, para sentirte en mi cuerpo que exigía tu presencia y cercanía.

Al fin se dio el encuentro, el día más esperado, corazones latentes, deseos a flor de piel, cuerpos que se estremecen del deseo de poseerse.

Ya te había sentido de una forma inimaginable, ya había probado de ti contigo a la distancia, y ahora tenerte frente a mi, fue como magia las caricias y besos me quemaban, fuego lento apasionado, placeres olvidados y ya por fin estaba entre tus brazos, amándonos sin control sin medir el tiempo ni el espacio sólo tu y yo.

Disfruté cada día y cada noche, todos lo momentos compartidos, los abrazos, las cenas de domingo, y cada noche que dormías conmigo abrazándome, cubriéndome del frío.

Fueron más de tres años con grades distancias y cortas cercanías, pero fue como si hubiese sido toda una vida, incluso la convivencias con nuestras familias, en tus brazos me sentía amada y querida, y aunque hoy no estés a mi lado, y aunque dijimos adiós, y los te amo ya se quedaron guardados, tú cambiaste mi vida, me hiciste sentir y vivir lo que nunca había vivido, y hoy te confieso que aún te extraño, que aún en mis sueños te encuentro.

HB 01-06-17
Simplemente Yo En Letras

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