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Como el vaivén de las olas, tus huellas en mi piel.

domingo, 3 de marzo de 2019


                                                        Victoria (Capítulo II)



El grito de Verónica se escuchó en toda la casa, todos sorprendidos dirigieron sus miradas buscando explicaciones en las caras de los otros, apagaron la música y subieron algunos a ver lo que sucedía, Verónica se encontraba forcejeando con aquel miserable hombre que intentaba escapar, mientras Victoria se enrollaba en una sábana sin sus ropas, llorando lágrimas de sangre y con los labios partidos y la piel arañada.

Aquel momento fue de terror y vergonzoso para Victoria, Verónica se había abalanzado sobre aquel inescrupuloso muchacho, al tiempo que varios de los invitados presenciaban la escena, algunos solos se quedaron a mirar, un par de amigos y el novio de Verónica le ayudaron a sujetarlo para que no pudiera escapar.
Verónica pedía a los demás salieran de la habitación y le indicó a Pablo su novio, que retuvieran al sujeto y llamaran a la policía.
Verónica cerró la puerta de la habitación y fue abrazar a Victoria, envuelta en un mar de lágrimas al ver a su hermana maltratada, preguntándole si acaso había sido perpetrada, Victoria apenas podía pronunciar palabras en medio del llanto, y alcanzó a decirle que no sabía.
Pablo y sus amigos bajaron a la sala donde se encontraban el resto de los invitados, que ya conocían lo sucedido, porque uno de los chicos que había subido a la habitación ya lo había dicho a todos. Pablo les informó que la fiesta terminó, y les pidió a todos que por favor se fueran.
Sólo se quedaron los amigos más cercanos de Verónica y Pablo, y al llegar la policía, ellos narraron lo sucedido.
La policía les indicó que debían ir a la comisaría a realizar la denuncia formal, y que debía ir la chica que fue víctima para interrogarla y realizarles unas pruebas.
Pablo subió con uno de los policías a informarle a Verónica, ella se negaba hacer pasar por esas desagradables pruebas a su hermana, pero el policía precisó que si no iba ese muchacho podría hacerles lo mismo a otras chicas y la denuncia quedaría sin efecto.
Victoria temblaba del miedo, no quería moverse de allí, ni quería ver a nadie, Verónica le solicitó al policía si acaso pudieran realizarle las pruebas allí y que fuera una mujer.
El policía realizó una llamada, y tomó algunas fotos de la escena y de Victoria, que se cubría con las sábanas y escondía su cara. Mientras le decía a Verónica _no puede bañarse, cambiarse, nada hasta que llegue la funcionaria que realizará la prueba.
El policía no se movió de la habitación, al igual que Pablo y Verónica, que no se separaba de su hermana.
Pasaron treinta minutos, y llegó la forense que le realizaría las pruebas a Victoria, así que Pablo y el policía salieron de la habitación.
La forense tomó unas fotos, y revisó detalladamente centímetro a centímetro del cuerpo de Victoria al tiempo que ella se negaba abrir sus piernas, sentía vergüenza y pánico.
Finalmente, Verónica intervino y convenció a su hermana dejarse tomar la muestra.
Al terminar las muestras y fotos, la forense le indicó que ahora si podría ducharse y cambiarse, para que pudiera formalizar la denuncia, debía ir obligatoriamente a la comisaría.
Ya los otros policía habían trasladado al presunto abusador a la comisaría, los amigos de Pablo se fueron también con ellos para ser testigos.
Así que Verónica acompañó a su hermana a ducharse, y le buscó vestido limpio.
Victoria no paraba de llorar bajo la ducha, restregaba su cuerpo con la esponja de baño como queriendo arrancarse la piel, arrancar el sucio manoseo, las marcas dejada por aquel hombre en su cuerpo virginal.
Ya vestida Victoria, bajó con su hermana para ir con la policía a formalizar la denuncia.
Fue un momento muy desagradable, pero tenía que hacerlo. Les dijeron que les llegaría la notificación para el juicio, estos casos los atendían rápido y que si no contaban con un abogado, la fiscalía les asignaría uno. Verónica les pidió tiempo para dar esa respuesta, pues necesitaba hablar con sus padres.
Continuará…

HB
Simplemente yo en letras





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