A veces los amigos están allí, pero es como si no estuvieran, ya que cada quién enfrenta sus problemas y combate a sus propios demonios.
Y es que en ocasiones no hay tiempo para escuchar los problemas de otros, no hay tiempo para reír o platicar, pero incluso hasta un saludo en ocasiones pesa.
Y se hace tan pesado con el pasar del tiempo, que se vuelve insostenible, hasta que ya simplemente decir "hola" no se recuerda, y llega el olvido, y ya no importan los sentimientos ni las historias.
Y así, se dejan atrás los recuerdos, las risas, los juegos, los buenos momentos no suceden más, se desechan los lazos, y la amistad naufraga hasta otros puertos o al abismo de un hoyo negro.
Pero siempre habrá alguien, que si extrañe, que si le importe, y que si conserve los recuerdos en un rincón de su alma, donde nadie ni ninguna tormenta, podrá arrebatarle, aunque del otro lado exista un desierto.
HB 21-05-19
@Simplemente yo en letras
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