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miércoles, 30 de agosto de 2017

Soneto de Repente Lope de Vega y dos repuestas

Buen día les dejo un Soneto de Lope de Vega y dos poemas uno de  Gerard Widemann y el otro de Baldomero Fernández Moreno, dándole respuesta a Lope de Vega.

SONETO DE REPENTE

Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto,
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce y está hecho.

Lope de Vega

RESPUESTA DE DOÑA VIOLANTE A LOPE DE VEGA

No me eches tú, Lopillo, tanto morro,
no creas que me cumples mi deseo
hilvanando un soneto, pues bien veo
que hoy la pluma la llevas en el gorro.

No pienses que, con verte, yo me corro,
o que estimo un soneto un devaneo,
pues soy una mujer que pienso y leo;
no trates de engañarme hoy a lo zorro.

Ni pienses que, de cierto, soy Violante,
ni me hables de cuartetos y tercetos,
ni aún en dónde colocas cada acento;

sé bien que lo que cuenta, lo importante
es el decir, al fin, de modo escueto
un concepto, una flor, un sentimiento.

Gerard Widemann, amanuense de doña Violante Pardo

comparto otra respuesta de Baldomero Fernández Moreno (1886-1950) Poeta Argentino , donde lejos de alegrarse Violante por el soneto de Lope de Vega se la imagina con está reacción:
Cólera de Violante

Cuando Violante vio que en un segundo
Lope de Vega terminó el soneto,
miró al maestro, que sonrió, discreto,
y su pecho quedó meditabundo.

El pecho de Violante, un breve mundo
por un tajo partido en dos, direto,
casi escapó del regalado peto,
elástico como era y furibundo.

Porque ella no quería la acrobacia
de que dio muestras el de la perilla
y la guedeja montañesa y lacia.

Ella soñó el soneto maravilla,
el que hiciera inmortal toda su gracia
de ricahembra y marisabidilla.

Baldomero Fernández Moreno

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