Han pasado tres años, de esa triste despedida, ese último día, que en una habitación de hotel, nuestras pieles se sentían, se convertían en una sola, se fundían en pasión.
La más triste entrega, con saladas perlas, que se escapaban con cada caricia, entre besos de mi amor y mi dolor, que provocaban tu partida.
Mucho tiempo esperé tu regreso, hasta que me di por vencida, dejé de esperar cada día, en el que me dijeras que volverías.
Hoy que dijiste que regresas, vuelven esas sensaciones en mi cuerpo, pero mi pecho se aprisiona, al saber que sólo piensas en pasiones, que sólo piensas en mi piel.
Nunca volviste hablar de amor, y hace tiempo me di cuenta que no te importa el corazón, que mi sentir es sólo mío, y que mi pensar es muy distinto, diferente a lo que tu quieres, sólo una mujer que esté dispuesta, las veces que tu vuelvas, tal cuál mujer de un marinero, que espera siempre en el puerto sus regresos, sin importarle en que otros mares, atracaron sus labios.
Esta vez, el muelle estará desierto.
HB 17-11-17
@Simplemente Yo En Letras
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