La soledad en ocasiones,
Es el peor de los enemigos,
Inexplicablemente, me tortura,
Por largos días y eternas lunas.
Mis pasos se han vuelto tan
vacilantes,
Que nada consigo, continúo
buscando,
Como quien busca un tesoro
perdido.
Busco en la dulce sonrisa de un
niño,
En la tierna mirada de ancianos,
En la lluvia que golpea mi
ventana,
Y en el sol que esclarece mis
mañanas.
Busco en los nardos olor a muerte,
Y en los alegres rosales y
helechos de agua,
En las olas que se van y regresan,
Y en las agujas del reloj que no
esperan.
Busco en lo profundo de mis
sueños,
Y en el llanto del ave que voló
en silencio,
En las heridas que se convirtió
en canto,
Y en el vacío que miro, al abrir
mis manos.
Busco en el rincón de mi casa,
donde me pierdo,
Y en las latitudes de mi mundo,
donde me encuentro.
Busco en las ráfagas de recuerdos
y momentos,
Y en el refugio de los abrazos
que tanto anhelo.
Busco en los sonidos, las
palabras de aliento,
Y de la amistad, el cariño
sincero,
De mi familia el amor y entendimiento,
Y de mi pluma, expresar
sentimientos.
Y allí, como antes, como siempre,
A mi realidad, nuevamente me
enfrento
Renovar sueños y derribar los
miedos
En una búsqueda incansable de un
nuevo comienzo,
Donde vuelvo a encontrarme,
vuelvo a ser yo.
HB 15/01/18
@Simplemente Yo En Letras
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